Un nuevo evento conmueve a nuestra ciudad. El brutal asesinato de Basilio Mazzeo pone otra vez en debate el tema. Los detalles que han trascendido del caso configuran un siniestro fresco del fracaso total y absoluto de un régimen social que en su ocaso sólo ofrece una mayor descomposición social perversidad y muerte.
Bueno es reiterar lo que hemos señalado en más de una oportunidad: no es posible la existencia de hechos de esta naturaleza sin el antecedente de la complicidad política y policial, fuente sine quanon de toda inseguridad.
Vamos a escuchar -en estos días de campaña electoral aún más- voces que se monten a este luctuoso suceso para reclamar el remanido programa de la derecha fascistoide: pena de muerte, baja de edad de imputabilidad, incremento de penas, mayores libertades para los organismos de represión. El manual punitivista completo que lejos de generar justicia para Mazzeo daría carta blanca para la comisión de mayores atropellos.
No será con más estigmatización hacia los sectores postergados de la sociedad -víctimas ellos de una permanente inseguridad alimentaria, laboral y salarial, en salud y de todo tipo de derechos-, con menores garantías procesales y con carta blanca a los responsables de la desaparición de Facundo Castro, Luciano Arruga, de "suicidados" en las comisarías como Christian Stheli y miles de casos similares cómo se termine con el actual estado de cosas. El gobernador kichilof avanza sin embargo en otro sentido que profundiza la derechización de su gobierno: facultó al ministro de seguridad Sergio Berni a reclutar oficiales retirados de la policía bonaerense para patrullaje interno (correpi.org 27/10). La "maldita policía" nos cuida...
_Desde el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad FIT-U_ planteamos que para que exista justicia por Basilio Mazzeo, los innumerables hechos en Gesell y en las localidades del sur y fundamentalmente evitar la reiteración de éstos; tanto como los de Fernando Báez Sosa _se debe terminar con las zonas liberadas, con el negocio del narcotráfico, la trata de personas, la súper explotación sin límites en el negocio capitalista de la noche en una ciudad balnearia, turística como la nuestra_.
Es para ello entonces el necesario _desmantelamiento del aparato represivo, de las redes de narcotráfico y trata y el control vecinal de los libros de las comisarías_.
La seguridad ciudadana no se construye con más represión, más hambre, más desempleo y más precarización laboral, tampoco con más cámaras o anuncios para la tribuna. _Educación, Trabajo, Vivienda, Salud, Alimentación saludable e intervención ciudadana en serio_, son clave para desarmar las redes que nos llevan a lamentar sucesos como los antes mencionados.