Contacto cara a cara con el electorado, aunque él a ciencia cierta no sea un candidato al que se pueda votar. Las «mateadas» que en 2019 le funcionaron tan bien a Axel Kicillof para captar a los votantes que lo terminaron llevando a la gobernación de Buenos Aires con un triunfo de 52,18% a 38,49% contra María Eugenia Vidal, volvieron a la vida en el tramo final rumbo a las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
Consciente de lo que está en juego de cara a los próximos dos años de Gobierno, Axel Kicillof decidió ponerse en un lugar preponderante de la campaña luego de la derrota electoral del Frente de Todos en las Primarias y retomó la metodología de recorrer distintos lugares de de la Provincia para hablar directamente con los vecinos con la idea de recuperar «la territorialidad perdida» de la que tanto habló durante la asunción del nuevo Gabinete
Con las diferencias del caso porque el Covid-19 no permite tanta cercanía sin barbijo, y menos compartir un mate, el gobernador bonaerense arrancó la movida en Villa Gesell, desde donde realizó distintos anuncios relaciones con el turismo, pero también tuvo tiempo para compartir una jornada de «comunicación horizontal», en la que escuchó y conversó directamente con la gente, en lugar de encabezar un acto desde un escenario.
En aquella oportunidad, según él mismo difundió a través de su cuenta oficial de Twitter en un video que llamó «Mateada con vecinos y vecinas de Villa Gesell», estuvo acompañado en medio del Pinar Histórico de la ciudad por Victoria Tolosa Paz, cabeza de la lista del FdT a diputados nacionales por la Provincia, y por el jefe comunal local, Gustavo Barrera.
Ahora, la idea es repetir una experiencia similar este viernes en Santa Clara del Mar, donde será recibido por el intendente del partido de Mar Chiquita, Jorge Paredi. Luego, se irán replicando a lo largo de otros municipios de la Provincia.
El plan es algo parecido a lo que también realizó durante las últimas semanas el presidente Alberto Fernández con reuniones sorpresas en fábricas, organizaciones o grupos de vecinos por distintos puntos del Conurbano bonaerense. Y tiene su punto de similitud conceptual con los timbreos que Mauricio Macri y sus socios del PRO pusieron en marcha en 2015 y en 2019, la última vez sin tanto éxito.
El regreso de las cara a cara para lo que queda de la campaña también tiene una razón legal. Desde este miércoles, 20 de octubre, está prohibido realizar actos públicos que sean «susceptibles de promover la captación del sufragio».