Más allá que el concejal pueda afirmar que la rúbrica es de él, sobre todo porque debe estar de acuerdo con que se desarrolle una sesión extraordinaria para tratar ese tema; la forma en que está hecha la firma, y la falta de aclaración y de sello, hacen pensar que no fue trazada por él. Máxime si se compara con otros proyectos que ha ingresado al Concejo Deliberante.
Lo que se ve en la imagen es más parecido a un garabato que a una firma. Aunque el dato parezca menor, esa firma permitió que el expediente sea elevado a la presidencia del cuerpo con el pedido de sesión extraordinaria que se llevará a cabo el próximo lunes.
¿Solo se trata de un acto de desprolijidad?