Los invitados se encargaron de aclarar que no se trató de ninguna “demostración de fuerza” o un decir “acá estamos” a la hora de que se definan lugares en el próximo gabinete provincial y que solo fue “una reunión de intendentes amigos para ponernos a disposición del Gobernador porque queremos que les vaya bien a Axel y a Verónica”. Pero más allá de lo expresado, quedó flotando la principal especulación política detrás del asado que 35 intendentes del Frente de Todos, entre electos y en gestión, comieron ayer en el ensenadense balneario de Punta Lara, donde el local Mario Secco los recibió: la inquietud que vienen expresando diversos alcaldes por el hermetismo que impera en el diseño del armado del equipo de Kicillof.
De la charla que mantuvieron los jefes comunales de Ensenada, Avellaneda, Escobar, Morón, General Rodríguez, Berisso, Mercedes, Villa Gesell, Salto, Colón, Tapalqué, Laprida, Carmen de Areco, Alem, General Sarmiento, Marcos Paz, Castelli, 25 de Mayo, González Chávez y Benito Juárez, trascendió poco, apenas lo que Secco se encargó de comunicar al término del encuentro y que tuvo como eje resaltar que “esto ocurrió siempre y no es malo; nos juntamos porque tenemos una amistad y nos seguimos juntando para articular las necesidades y cuidar a los compañeros nuevos (por los intendentes electos) porque hay que apoyarlos porque van a agarrar algo muy caliente”. Respecto de este último concepto Secco puso como ejemplo a su próximo vecino, el berissense Fabián Cagliardi “que arranca con una deuda de $ 200 millones”.
ESPECULACIONES
Claro que el encuentro se llenó de especulaciones a raíz de la no declarada intención de no pocos jefes comunales de que el futuro equipo de Kicillof refleje el poder territorial de los intendentes del Frente de Todos. De esa puja subterránea participan sectores de intendentes K, que ayer se reunieron en Ensenada, y otros alcaldes del Conurbano más ligados al peronismo tradicional.
