Son, por lo menos, diez los asentamientos –o barrios informales- repartidos en el partido de Villa Gesell Con distintas antigüedades y conformaciones, se han convertido en sectores con una densidad poblacional importante, que, además, en su mayoría, presentan necesidades básicas insatisfechas y la falta de servicios esenciales.
En los asentamientos de Villa Gesell, convive la humildad, pobreza, marginalidad, delincuencia y también el aprovechamiento –de algunos- de esas problemáticas sociales. Hay un estado que no sabe cómo abordar la cuestión de forma eficiente y, que, con la aplicación de algunas medidas genera una sensación de desigualdad entre algunos sectores de nuestra comunidad.
El nuevo asentamiento
Este fenómeno social, lejos de detenerse por sí solo (o por la intervención del estado con sucedió meses atrás en Pinamar), en Villa Gesell crece mantenidamente desde hace algunos años. No solo se incrementan los integrantes en distintos barrios informales ya existentes, sino que este año se ha comenzado a conformar un nuevo asentamiento. Es en tierras hasta hace poco vírgenes de ocupaciones, pero muy cercanas a uno de los principales (por cantidad de usurpaciones y atención del estado municipal) asentamientos: “Las Praderas”, generado en las tierras pertenecientes a la familia Balcarce.
El nuevo conglomerado se gesta en lo que se identifica como “Bosque de Ham”, el cual toma el apellido de la principal familia dueña de las parcelas que están comprendidas entre Circunvalación hasta la Ruta 11 y a la altura del Paseo 126. Allí hay, por lo menos, treinta familias ya afincadas; hubo algunos intentos de usurpación que fueron desbaratos, pero que terminan siendo los menos, ante los casos que ya se han consumado en esa zona.
El informe de Canal 2
El programa Nexos, que se emite por el canal de televisión local, presentó -la semana pasada- un riguroso informe sobre lo que allí sucede.
Un equipo, del departamento periodístico de Gesatel, se inmiscuyó en el corazón del nuevo asentamiento en gestación. Con el periodista Martin Brocos a la cabeza, durante varios días, registraron como se manejan las nuevas familias que han tomado la decisión de vivir en ese predio. Con testimonios en primera persona, contando los motivos que los llevaron a ello; y también las necesidades, dificultades y facilidades que encuentran para subsistir en las tierras tomadas.
El análisis realizado, en el programa periodístico -que conduce Ricardo Arkader-, profundiza en una cuestión que está inserta en nuestra sociedad desde hace varios años; pero, que, ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos tiempos, que lo ha llevado a ser una de las principales cuestiones a atender por el estado, aunque hasta ahora no se ha logrado detener (ya que se trata de un delito), ni tampoco abordar en forma equitativa y eficaz.
El trabajo final, difundido por el canal local, es de una calidad periodista destacable. La contextualización y las expresiones (de los protagonistas de este tipo de fenómenos sociales) plasman una realidad que genera -en la comunidad geselina- tantas opiniones diferentes, como historias por contar de familias que llegaron “a una tierra prometida” para terminar viviendo en suelo ocupado, sin llegar a cubrir las necesidades mínimas.