Cobertura: Corina Pantano
El clima fue el ideal para que las actividades programadas en el marco de la 38º Fiesta de la Diversidad Cultural. El sábado, de punta a punta, fue aprovechado al aire libre por los turistas. Con acciones propias (como pasar la tarde en la playa) y luego recorrer el centro con las propuestas de la fiesta. Los geselinos, aprovechando los casi 24 grados de máxima, decidieron salir al centro y presenciar el desfile de carrozas, consumir en los stand´s y, claro, ser parte del público de los shows que se presentaron en los escenarios de avenida 2 y en el de la plaza ubicada en avenida 3 y paseo 104.
Estaba anunciado para las 22 horas, y muchos creían que iba a arrancar más cerca de las 23 horas que del horario anunciado. Esos se equivocaron. La cantante con años de trayectoria en la música nacional no se hizo desear. No habían pasado seis minutos de las diez de la noche, cuando irrumpió en el mítico escenario. Antes había dado una conferencia de prensa donde habló de todo: la actualidad de la industria musical, su trabajo social, su relación con Gesell y claro de su carrera que-según confesó- tiene cada vez más seguidores jóvenes.
Campera con tachas, un morral tipo de los que hacen en Jujuy y sus perfectos rulos. Ahí estaba. Patricia Sosa. La que apareció una semana antes de la fiesta, pero que supo meterse el público en el bolsillo en tan solo 10 segundos.
Es difícil no entregarse al carisma de ella, y mucho menos, cuando toma el comando del escenario. Cantó tres temas de corrido, mientras miraba a las más de tres mil almas que cubrieron la plaza de cemento articulado y los que escuchaban desde la avenida 3.
“Me encanta estar acá, en Gesell”, fue la primera frase (de la propietaria de un registro de voz único) en modo de saludo al público, y agregó: “vine tantas veces a pasarla lindísimo”. Para que quede claro que ella sabía bien donde estaba, lanzó: “En los 80 en los médanos. Hace bastante que no vengo de vacaciones aquí, tengo que venir, tengo que venir…”. Una mujer de mundo como Patricia Sosa se tomo la licencia de (en medio del show) reflexionar de la “Diversidad Cultural”, para terminar pidiéndole al publico un abrazo entre ellos. Su pedido fue una orden y los presentes se tomaron entre ellos para darle el pie al inicio de uno de los tantos éxitos que tiene en su carrera musical.
Patricia ya sabía que tenía a los presentes en sus manos. Por eso, no dudo en largar un tópico audaz. Dirigida a los jóvenes presentes afirmó: “en estos médanos a muchos de ustedes los han gestado”, consiguiendo la complicidad de todos aquellos que no son jóvenes pero que interpretaron claramente a que se refería. Ahí!, entregados, sin respirar (jóvenes y adultos) no pudieron negarse a cantar (de punta a punta) “Endúlzame los oídos”.
Luego de ese momento casi de estaxis colectivo, la artista “hizo lo que quiso”. Siguió con el recital, mechando éxitos melosos y temas rockeros. Todos de su repertorio. Presentó a sus músicos, que hicieron “solos”, completando así la hora de espectáculo.
Es probable que el vértigo de estar delante de un numeroso público, lo encuentre en ir a los límites. Casi a capela, Patricia Sosa, cantó “Si se apaga Valderrama”. Tema conocido, si; pero que generó un giro de 180º a lo que venía manejando de “taquito”. Una tarantela del guitarrista pelilargo hizo que todo vuelva al normal éxito de su presentación. Seguramente que ella descansaba su garganta, mientras que su músico cantaba un temazo de Spinetta.
Agradecimiento a la municipalidad de por medio, y resaltando el apoyo a los artistas locales, Patricia Sosa se relajó. Pidió (pareció improvisando) un tema que tenía ganas de cantar en ese momento. Luego se entendió que es un tema nuevo…pero, de repente, saludó a Oscar Mediavilla, y con la música de AC/DC, apareció en escena el reconocido productor (pareja de Patricia Sosa). Frente a frente, ella, le dijo: “Si habemos ido a estos médanos, si estos médanos hablar”. Él, solo respaldó esa afirmación y se retiró en medio de los aplausos.
Ella, con muchos años de trayectoria, se nota que no descansa en el éxito cosechado. A este cronista le sonó como si fuese una artista que novata (con los miedos y los desafíos a flor de piel) al anunciar su próximo disco, vinculado al folclore. Cantó una Zamba. Obvio que al público le gustó, si se trataba de una de las más famosas. Pero, la cantante estaba analizando algo “más allá”. Ella sabía que al terminar el tema de casi 3 minutos, iba a tener el resultado de un análisis que solo puede hacer un artista de su nivel con el publica. Ella (para este periodista) hizo un “focus group” para ir tanteando lo que puede pasar con ese material que está por salir.
Volvió a tantear al público, y le respondieron. Por eso, entró en un momento “mística”. Por algo habrá sido, ya sea porque ella lo necesitaba, o, porque el publico merecía un poco de eso.
23.30 horas marcaba el reloj. “Eterno amor”, cantaba y expresaba una sonrisa genuina (la que los geselinos deseamos que sea por estar en nuestra ciudad).
Levantó los brazos y dijo “muchísimas gracias, con esta canción nos despedimos de todos ustedes”. Esa voz -y esa letra- generó todo tipo de emociones y reflejos entre los presentes (al que no le pasó nada, que se considere extraterrestre). El tema habla de la libertad y es lo que transmitía con todos sus sentidos.
Cuando la luz de apagó, Patricia Sosa tuvo que volver a pedido del grito “una más y no jodemos más”. Ella respondió después de unos segundos de incertidumbre: “Son insaciables”.
Ella tenía el haz de espada “Duro es el camino”…. Fin!.... el publico emocionado y ella se fue sabiendo que su voz y su carisma consiguen todas las cosas lindas que desee…
