A las 14:30 horas la camioneta volvía de Mar Azul hacia Gesell para buscar más bidones para repartir en esa localidad, pero se quedó en el camino. Intentó atravesar el lagunón de lodo sin suerte y ahí quedo empantanado.
Dos vehículos grandes quisieron socorrerlo pero no pudieron, a las 17 horas seguía varado esperando que el dueño de la empresa llegue con algún refuerzo para auxiliarlo.
Esta situación es muy común cada vez que llueve y esta escena se repite una y otra vez. En el mismo tramo de la avenida que conecta Mar de las Pampas con el sur de Gesell, ya hay un sendero paralelo hecho por los mismos autos que quieren evitar quedarse empantanados, lo que pone en riesgo la circulación, ya que justo se trata de una curva y el sendero es muy angosto y no permite el tránsito de dos autos.