La madre de Agustín Marrero, el niño de 5 años asesinado en 2015 tras recibir una paliza en su casa del barrio porteño de Flores, no fue acusada por la fiscalía ni por la querella en el juicio en el que estaba imputada por el homicidio, por lo que será absuelta, informaron fuentes judiciales.
En tanto, a quien sí acusaron el fiscal y la querella como autor de un homicidio agravado y le pidieron una pena de prisión perpetua fue al padrastro de la víctima, el peluquero Leandro Sarli (35).
El Tribunal Oral en lo Criminal 13, a cargo de Enrique Gamboa, Adolfo Calvete y Diego Leif Guardia, escuchó este jueves los alegatos de las partes acusadoras.
El fiscal de juicio Gustavo Gerlero afirmó estar convencido de que Sarli fue quien le dio al niño la paliza que le causó la muerte y pidió la pena de prisión perpetua, al considerarlo autor de un "homicidio agravado por haber sido cometido por alevosía y ensañamiento".
En cambio, al analizar la conducta de Bárbara González Bonorino (32), madre de la víctima y por entonces pareja de Sarli, el fiscal Gerlero consideró que no podía atribuírsele responsabilidad en el homicidio.
González Bonorino había llegado al juicio en libertad pero acusada del homicidio por la "omisión" de no haber evitado el crimen y su "pasividad" en las situaciones de maltrato que sufría su hijo en la casa, de acuerdo a la imputación que en su momento le hizo el fiscal de instrucción de la causa, Sandro Abraldes, en su requerimiento de elevación a juicio.
El abogado de la querella por parte del padre de Agustín, Andrés Bonicalzi, coincidió con el fiscal y pidió la pena máxima para Sarli por el homicidio agravado y la absolución de la madre de la víctima.
Al no haber acusación por parte del Ministerio Público Fiscal ni de la querella, González Bonorino va a quedar absuelta, aunque eso, en la formalidad, va a suceder cuando el TOC 13 dé a conocer su veredicto.
Voceros judiciales indicaron que el 22 de junio serán los alegatos de las defensas y ese día el tribunal dará a conocer la fecha en la que los imputados tendrán la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras y se dará a conocer el fallo.
El crimen de Agustín Marrero (5) ocurrió el domingo 7 de junio de 2015, entre las 10 y las 15 -día en el que el principal imputado cumplía 33 años-, cuando el nene estaba al cuidado de su padrastro Sarli en el departamento de la planta baja "3" del edificio situado en Yerbal 2745, de Flores, donde la pareja y sus hijos convivían desde diciembre de 2014.
Según la acusación, Sarli golpeó a Agustín y le ocasionó la muerte al provocarle "desgarro hepático, hemoperitoneo, hemorragia perirrenal y hematoma subdural", según los resultados de la autopsia.
Al advertir lo que había hecho, el hombre llamó al SAME y dijo que el niño había sufrido las lesiones al caerse en la bañera, algo que fue descartado en la autopsia.
La hermana de Agustín, de ocho años en ese entonces, fue testigo clave de la agresión y en una cámara Gesell relató a la Justicia lo que padeció su hermano cuando Sarli se enfureció porque se había colocado sus pantalones al revés.
Según su relato ante los psicólogos, el hombre comenzó a golpear a su hermano y hasta lo tomó del cuello y lo colgó en el aire.
