Fue una sesión que duró más de tres horas, pero que tuvo en tratamiento pocos temas de verdadera importancia. La política partidaria y temas que no son de índole municipal se colaron en el recinto, en una escalada que terminó siendo una pelea ideológica entre Cambiemos y Unidad Ciudadana. Una verdadera pena.
El abuso del recurso de presentar proyectos “sobre tablas” tuvo un punto excesivo hoy. Es una práctica que se está convirtiendo en normal dentro del Concejo Deliberante. La norma, que figura en el Reglamento Interno del HCD, nace de un espíritu que nada tiene que ver con el uso que le da este cuerpo legislativo. Agregar un expediente “sobre tablas”, es para dar la posibilidad de debate a un tema que surgió luego del cierre del Orden del Día y que no puede esperar a la sesión siguiente. Su importancia comunitaria, su actualidad o imperiosa necesidad de tratamiento justifican ese tipo de presentaciones que, de todos modos, los concejales (a través de la votación) aceptan o rechazar su ingreso y debate. Pero, en el caso de hoy, el fin de presentar proyectos sobre tablas fue “sorprender” al bloque contrario e intentar que quede “sin respuestas” o “expuestos políticamente”. En la sesión de hoy lo hicieron los dos bloques mayoritarios. Uso excesivo y sin fundamentos; ninguno de ellos basados en el verdadero espíritu de la norma.
Nadie le pone límites, porque todos juegan al mismo juego. El Orden del Día cierra 48 horas hábiles antes del horario de inicio de la sesión. Hasta ese momento los concejales tienen tiempo de ingresar despachos de comisiones y proyectos desde los bloques políticos. Todo lo que se junte, es el temario a tratar en la sesión ordinaria. Casos realmente extraordinarios merecen una presentación “sobre tablas”, pero, en Gesell, parece que “todo vale”.
De esa manera, hoy, se presentaron siete expedientes, si, siete proyectos “sobre tablas”. ¿Cuántos que realmente cumplan con el espíritu de la regla? Casi ninguno. Muchos de ellos se podrían haber presentado tranquilamente antes del cierre del Orden del Día o preparado para la sesión venidera. Esto lo deja en evidencia las fechas o tiempos de los temas ingresados bajo esa modalidad. De hecho, fueron más los temas presentados “Sobre tablas” que los ingresados por los bloques políticos al cierre del Orden del Día.
Casualmente, esos temas son los que generaron los debates más calientes, los gritos de la barra de público y las chicanas más lujosas. ¿El espíritu, de los proyectos presentados sobre tablas, era legislar mejor para el pueblo? No. Era ganarle una pequeña pulseada política al bloque de enfrente. Así de enano está el Concejo Deliberante de nuestra ciudad.
